lunes, 1 de abril de 2013

A un paso


Estoy sentado en la sala disfrutando de la tv, que por cierto es grandiosa. Entonces, escucho a los pasos de alguien cerca de la puerta de entrada. Mi media naranja llega por sorpresa  para hacerme saber que si en algún momento llego  ser feliz no será con ella.  Llevo poco más de 6 horas sentado viendo el comportamiento del mundo dentro de mi casa, es mi casa pero no la conozco a profundo por eso es que no me despego de la sensación vacía de personas pero llena de transiciones tal cual película muda. Horas más tarde despierto y veo que si no he muerto es porque mi alma se resiste a ser libre. Un paso adelante mío está en famoso lugar de liberación. Llegaré a ser libre con solo un paso, pero prefiero ser esclavo de mis pensamientos de mis acciones porque así ya todo tendría sentido. Siento que puedo ser lo que yo quiera mientras estoy a un paso de la nada y del todo. Cierro los ojos una vez más y llego a mi casa de nuevo, las cosas han cambiado ya no está vacía de personas ahora ya no hay sentimientos mudos dentro de ella. 

Quiero regresar al lugar donde puedo ser todo y nada al lugar a un paso de la gloria o el infierno, esta casa ya no tiene lugar para mí lo mudo se volvió vacío y lo vacío se llenó de personas incapaces de sentir las transiciones de una casa que dice mucho más cuando no tiene nada y dice poco cuando tiene mucho. Al fin llegué y un soplo ligero me hace dar ese paso que liberará mi alma, esta se resiste pero al fin y al cabo estoy en la nada y estoy en el todo.

¿Si se trataba de dar una costilla, por qué nos duele el corazón?


Desperté con ganas de no vivir. El dejar todo a un lado en busca de la felicidad no asegurada, me pasó factura. ¿Y quién puede saber a ciencia cierta si la encontrará? En el juego absurdo de la vida he perdido por goleada. Mi destino lo construí sin opción al “no” ahora lo único que queda para mi es arrepentirme de este día en el que declaré mis sentimientos de manera abierta poniendo en riesgo nuestra amistad. Por ti no solo daría una costilla sino mi alma y mi ser.
La vi sentada esperando a solo ella sabe quién, le ofrecí mi mirada y me contestó con la sonrisa mas sincera que había podido recibir en mi vida. Empecé a percibir su forma de ver la vida desde el segundo en que a conocí, la mayor parte de mi estadía en esa casa la pase pensando en que haré para poder hacer que sonría en las mañanas pensando que hay alguien quien tratará de hacerla feliz siempre. Nunca pude ver la respuesta o tal vez me daba miedo encontrarla. Lo cierto es que esa amistad sincera y de pocas veces “encotrable“  me llevo sentir  eso especial que uno siente cuando está enamorado y que muchos solo lo sentimos en el primer amor. Pues seguí  cortando caminos para poder encontrarte, levantándome temprano para poder verte, saliendo tarde para poder acompañarte y sobre todo haciendo hasta lo imposible por verte feliz siempre. Supe que no serías para mí cuando me enteré de “aquel” que supo aprovechar las situaciones de la vida mucho mejor de lo que yo pudiese haberlo hecho. Aún así me propuse darte la parte mas sensible de mí.

Hoy ya lo saqué casi todo, quedó claro que no pasaré de ser un amigo. No insistiré más pero tampoco dejaré mis brazos cruzados. Al terminar este corto escrito dejaré vacío mi vaso esperando poder llenarlo algún día.