domingo, 27 de octubre de 2013

Viaje para dos.

En un olvidado armario dos almas intentan un viaje, el único que buscan para ser libres. Una de ellas era Salma y la otra tiene un sentido varonil con el nombre de Sam.
Sam. ¿Te puedes asomar al borde? No puedo concentrarme en el viaje.
Salma. No tienes que ser grosero.
Sam. Discúlpame. Te confundí con Palma, quién es un gordito que no encuentra su memoria y no puede viajar.
Salma. Yo aún no encuentro ese recuerdo para poder viajar. ¡Carajo! Con lo bien que me había ido allá.
Sam. ¿Hace cuanto que estás en este armario? 
Salma. Puede que hasta ahora lleve unos 3 palacios.
Sam. Chócatela.
Salma. ¿Tú también llevas 3 Palacios? 
Sam. No, yo llevo  4 pero siempre deseó volver a llevar solamente 3, es como el momento preciso.
Salma. ¿Es fácil para ti sentarte y viajar?.
Sam. Claro que no. Estoy buscando el lugar perfecto. Sin embargo, creo no lograr encontrarlo porque  desde hace unos palacios estoy empezando a creer que no existe. 
Salma. Yo extraño ser de carne y hueso. ¿Tú no?
Sam. A veces más extraño hablar con las personas.
Salma queda extrañada con esa respuesta.
Salma. Pero puedes y estás hablando conmigo, sigo siendo persona. 
Sam. No es así. Estás aquí y nadie más que nuestra especie lo sabe. Ya no perteneces a ese grupo.
Salma. Yo no quise venir aquí. Inesperadamente tuve ayuda.
Sam. ¿De quién?
Salma. De un borracho que venía a velocidad en su tico.
Sam. ¡Qué tragedia! Morir asesinada por un tico. ¡Qué bajo hemos caído!.
Salma. Estás hablando de mi vida pasada, si es que lo fue, y no de cualquier cosa. Exijo respeto.
Sam. Ya, ya. Tampoco pretendas haber sido la presidenta del país o algo parecido. 
Salma.(com notorio malestar) Mejor dejemos ahí la cosa. Ahora, necesito ayuda para viajar. Sigo aquí en este horrible armario y sin poder irme a otro lado, me vuelvo cada vez más loca y vacía.
Sam. - me pregunto si las almas pueden estar llenas-.
 (Dirigiéndose a ella) Bueno lo único que debes hacer es concentrarte en algún recuerdo de cuando aún estabas viva.
Salma. Pero sigo viva. Sólo que ahora pertenezco a otra clase y ellos no pueden verme.
Sam. Como sea. Te decía que debes concertarte hasta llegar a tu alma. Y encontrar lo que llevas dentro, que mucho no es por cierto. Llegas a ese recuerdo y te dispones a pensar en el lugar donde quieres ir. Tan fácil como eso.
Salma. Mi memoria está borrada. No puedo recordar nada. Debe ser por el choque del tico.
Sam. Hasta yo quisiera perder la memoria después de que un tico me mate. 
Salma. ¿Dijiste algo? 
Sam. Que no debes perder la memoria y concentrarte. Tiene que ser sólo en dos casos: puede ser el más hermoso; o, el más horrible.
Salma. Estoy condenada. (Mira a Sam con complicidad). Tal vez tú..
Sam ¿Yo qué? Déjame concentrar. 
Salma. Tal vez me puedas ayudar 
Sam. Lo dudo. Los recuerdos no se prestan.
Salma. No tontito. Cuéntame acerca de tu recuerdo, con el que puedes viajar. De repente puedo hallar eso.
Sam. ¿Eso?
Salma. Sí eso.
Sam. (Piensa un poco antes de decirle algo) toma mi mano.
Salma. ¿Tan rápido?
Sam. ¿Tan rápido qué?
Salma. Nada sigue.
Sam recuerdo sobre mi hijo, lo tuve apenas cumplí 18. Pensé que era una regla tener un hijo a la mayoría de edad. Fue el mejor regalo que me pudo dar la vida. Verlo crecer es el mejor recuerdo que puedo tener. Cuando él tenía 6 años y me preguntó: papi, porque no tengo mamá? No sabía que responderle. Podría ser muy duro y difícil de asimilar si le decía que su madre prefirió vivir la vida loca antes que cuidar a su hijo. Entonces, sólo se me ocurrió decirle que yo era ambos. Es benefició le dije porque cada vez que quieres preguntar algo estás preguntando a tu madre y a tu padre a la misma vez. Sonrió y me dijo eres la mejor mamá y el mejor papá del mundo. Creció tal cual potrillo se convierte en caballo, muy rápido y tuvo que partir. Se fue a hacer su propia historia y yo me sentí más orgulloso que cualquier otro padre.
Salma. (Secando sus mejillas de las lágrimas) es un recuerdo muy bonito y ... Para poder viajar es muy emotivo.
Sam. No puedo quejarme. Sin embargo, aquí la estoy pasando bien contigo. 
Salma. Yo igual.

La luz va bajando y desaparecen lentamente los dos mirando hacía la madera casi hecha polvo, imaginando el lugar que desean. De la mano se pierden en la oscuridad.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Sí, mis lánguidos pasos vuelven al vaivén de tu mirar.
Sí, mis ojos dolidos vuelven a tu pundonor.
Sí, mis labios rasgados vuelven al beso de tu mirada. 
Sí, quiero que tu mano suave como el algodón y hermosa como la aurora se inmersa en el bolsillo trasero de mi pantalón y apriete con fuerza, con amor, con coraje también y con autoridad como símbolo de que te pertenezco, sólo a ti y a nadie más. No me pertenezco ni siquiera un poco a mí, sólo a ti. 
Sí quiero que tu rostro y el mío se acerquen al máximo, que tu piel roce la mía, que sea tan suave y despacio el contacto que cuando abramos los ojos nos veamos reflejados en las pupilas de cada uno y mientras esto sucede darnos cuenta que nos besamos como nunca antes lo hicimos. 
Sí, quiero mirarte nuevamente a los ojos y decirte lo mucho que te quiero, lo mucho que he callado, pero sé que me acobardaré una vez más y no diré nada porque es lo mejor que sé hacer. Me mirarás y sonreirás, voltearas la mirada y te irás lejos del alcance de mi vista y de mis latidos, lejos, allá donde el viento acaricia tu bello rostro, allá donde mis pensamientos y ojos no pueden ad-mirarte. 
Sí, me muero por tomarte de la cintura mientras colocas tu mano en mi bolsillo trasero. 
Sí, me muero por decirte tantas mentiras como que bonito día es hoy, como lo bien que la paso siendo tu amigo. Pierdo la paciencia por decirte que no quiero ser tu amigo, la pierdo también por darte un beso antes que puedas siquiera verme a los ojos por primera vez. Luego encuentro esa paciencia perdida en mi soledad y el silencio y hacen que todo siga igual, yo tu amigo y tú mi mentira por siempre. 
Sí, sólo quiero verte, sólo eso.

martes, 17 de septiembre de 2013

Hablando con la oscuridad y su encanto.

Oscuros e irrepetibles  los momentos de tu triste e inequívoca mirada para este tu amante en secreto en este insípido viernes, que se lleva lo mejor de mi semana. Quizás mi última semana en lo más olvidado de tus pensamientos. 
Jane : Créeme que no estoy consciente del tiempo que ha pasado.
Gus: El Tiempo, siempre el tiempo. Nos tiene en sus manos y no nos damos cuenta.
Jane: ¿Acaso importa saber cuánto o cuándo? Siempre tendremos el silencio esperando por nosotros. Sólo es cuestión de escuchar y callar.
Gus: Pues sí yo callo porque quiero conocer el silencio. ¿Quién hablará? Todos nos encontramos en ese camino.
Jane: yo también estoy en tu camino por eso hablo sobre el silencio para que este se apodere de mi y me lleve consigo. (La voz se hace más intensa) El poder de mirar más allá de lo que tus ojos abiertos pueden alcanzar, cierralos y dime si no es acaso que en realidad puedes ver más allá de lo visible. ¡¡¡Dimelo!!.
Gus: yo ... Sólo veo una pared oscura inmensa en la que se reflejan mis temores. 
Jane: ¿Temes no poder ver?
Gus: Temo poder ver y no ser capaz de mirar.
Jane: sólo calla y deja que tus oídos escuchen la voz del silencio que grita para que su voz sea escuchada. 
Gus: sólo quiero escucharte a ti y morir mientras me miras a los ojos y me hablas del silencio que tanto me atormenta y que me aleja de recitarte mis sentimientos.
Jane: No entiendo.
Gus: Lo sé. Siempre te he tenido como primera opción a cambiar el rumbo de mis días, siempre has estado en cada una de mis decisiones. El silencio no me dará tu amor, el silencio no me hará feliz porque a tu lado lo soy, incluso cuando tratas de apartarte de mi. El tiempo y el silencio se llevan el poco valor que supongo tener. Porque mi amor no desea conocer a la inmensidad de el silencio y el tiempo que este tiene para dar. Mi amor te quiere a ti y a tus dulce manía de esconderte en mi corazón cada vez que te veo. Cierto los ojos y no puedo ver más allá de lo evidente porque te veo a ti dándole luz a la pared oscura. Te veo a ti, sólo a ti.

El silencio se impone mientras los dos se miran a los ojos, no dicen nada sólo se miran y tratan de comprender que está pasando.

Jane: yo he aprendido a quererte en todo este tiempo que nos hemos logrado conocer. Yo cierro los ojos y me veo en medio de algo blanco a veces algo oscuro pero siempre me veo queriendo llegar al camino que me lleve hacia mi interior.
Perdóname pero yo no puedo ofrecerte más que la amistad de siempre. 
Gus: entiendo. Sólo quise tener un "Si me quiere" al final de deshojar una Margarita.
Gus despierta y se encuentra en su cuarto a su costado hay una carta que contenía "Siento no haber podido corresponder a ese amor pero necesitas vivir y tratar de entender lo que podemos decir sin palabras." La oscuridad.

martes, 27 de agosto de 2013

Trágico camino hacia mi libertad, amor.

Voy en el bus por la tarde  pegado a la ventana. Mi destino está pronto a llegar. Miro hacia delante y ahí están, miro hacia mi derecha y ahí están lo mismo ocurre cuando volteo la mirada hacia atrás. Veo lo que piensan, lo puedo sentir como siento el viento acariciar mis mejillas. Y ahí está uno mirándome con el rabillo del ojo. Si lo sé me quiere, tal vez, matar, y es que así piensan los que me rodean. Ese, quien me alcanza con la mirada no hace más que estorbar, lo veo pero no lo miro. En cambio, miro por la ventana, fingo tener una cámara a mi costado filmando todo lo que me sucede. Veo el tren y a las personas en la calle felizmente fingidas, no se hagan los tontos que bien sé que me están buscando. Deja de mirarme, azar de la vida. Pues si tanto lo quieres escuchar, sí soy el que todos están buscando incluso tú. Todos ustedes me buscan porque saben que no pueden amar más de lo que yo lo hago a pura naturalidad. Tranquilo que esto no tiene que ver contigo ni conmigo; ¿Cómo? ¿No vas a decir nada?. Claro ya no puedes pues se acabó la gran oportunidad que el cielo te ha mandando para atraparme, ya no puedes, ahora me salpica tu sangre. No no se alarmen, él me lo pidió, no existe razón para ser melodramáticos, es una simple coincidencia que haya muerto aquí bajo mis manos. Ustedes, mis buenos amigos incluso son mi regalo para ella. Bueno ¿ahora no quieren hablar? Es que este mundo está de locos, ¿nadie pide la palabra? Dejen de salpicarme con su sangre por el amor de Dios.
Siguen ahí y yo sigo aquí mirándolos siguen buscándome y siguen pesando en mí. Quizás esta expresión sea la más adecuada, quieren ingresar en mis pensamientos y ultrajarlos, como sí eso fuese gran acontecimiento. 
Lo único que encontrarán son restos de vida, el recuerdo durmiente, lánguido, puntiagudo, escaso de la bella Catalina. 

No te esperaba tan pronto, dijo. Mira lo que he hecho por ti, acoté. ¿Recuerdas cuando, firmemente, me aclaraste que para poder tenerte a mi lado necesitaría más de este inerte y sin valor, mi corazón? 
Pues tengo doce ahora, aquí están tus doce inútiles corazones, son doce como las personas a bordo del bus que me trajo hasta aquí, como los años que llevo tu imagen viva e inoportuna en mi andar.
Tómalos y déjame vivir.

sábado, 10 de agosto de 2013

Mi verdad en cualquier mano.


Teo: ¿y tú cuanto tiempo llevas aquí?
Lucy: no más de 6 días
Teo: que lugarcito eh.
Lucy: ¿por qué estás aquí?
Teo: no lo sé con exactitud. Recuerdo haber  estado en mi (corta la voz) en mi… casa
Lucy: ésta lo es.
Teo: ¿es qué?
Lucy: tu casa.
Teo: por alguna extraña razón me siento en casa pero no puedo verlo realmente
Lucy: no ves porque no lo quieres ver. Pero siempre que lo sientas, dentro de ti estará.
Teo: no entiendo. ¿Es acaso una especie de truco?
Lucy: no, (con tristeza en sus palabras) sé que no debo decirte esto pero debes irte
Teo: ¿a dónde?
Lucy: a donde tú desees pero por favor debe ser lejos de mí. (Voltea el rostro y la voz se quiebra)
Teo: ¿qué pasa?
Lucy: temo tener sentido. Temo vivir. Temo respirar. Temo amar. Temo llorar. Temo jugar.
Teo: no entiendo. Si te incomodo debería irme.
Lucy: (Con lágrimas en los ojos) ¿es que no lo entiendes?
Teo: Difícilmente.
Lucy: has llegado al lugar que se lleva tus sueños. Donde pensar, amar, reír y todo lo que puedas sentir o ser simplemente ya no pertenece a ti.
Teo: (extrañado, confundido  y nostálgico). ¿No llevas 6 días aquí verdad?
Lucy: (agacha la mirada, llora y con la voz del alma  responde). No.
Teo: ¿entonces?
Lucy: ha pasado tanto tiempo que poco importa siquiera ahora
Teo: pues es verdad lo que dicen los ángeles en mis sueños. 
Lucy: También están los tuyos. Pensé que sólo aparecían frente a mí.
Teo: pero puede no ser cierto. Recuerdo la última vez, No siempre despertarás desperdiciando los abrazos de tus seres queridos. Recuerda que siempre existe el mañana en el lugar dónde nada te pertenece, incluso tus pensamientos.
Lucy: he conocido muchas personas. Cada una con un motivo diferente. A todos los he visto perder sus últimos días en este lugar.
Teo: debo regresar a dónde somos dueños de nuestros actos. ¿Acaso esto que sale de mis labios tampoco es mío?
Lucy: No lo es.
Teo: no creas que soy tonto.
Lucy: aún sigues creyendo que allá eres dueño de todo de ti. Eso es terrible. ¿Acaso estos 3 años han sido nada?
Teo: ¿3 años? He llegado no hace más de 3 horas
Lucy: Eso no importa un año puede ser una hora, un segundo o lo que tú quieras creer que en realidad sólo eres un portavoz.
Teo: calla. Eso no lo dices tú sino quien es dueño de nosotros.
Lucy: ¿es que no lo ves? Allá, de donde tu vienes no tiene diferencia de este lugar. Siempre hemos sido y seremos sólo lo que ellos quieren escuchar.
Teo: ¿quiénes?
Lucy: los que te escuchan.
Teo: ¿tú también vienes de allá?
Lucy: si, pero yo he venido porque así lo quise esa es la razón por la que nunca me iré de este lugar ni siquiera con la muerte.
Teo: Hace unos momentos pediste que me marchara, ¿por qué?
Lucy: Porque a mi lado no conseguirás nada de lo que deseas. Porque ya lo he vivido dos veces y he fracasado.
Teo: los fracasos son parte de nuestro andar, y de esos aprendes.
Lucy: pues yo ya he fracasado tanto que soy experta y por eso te digo que yo nunca podré salir de este lugar. Alguna vez un escritor llegó a mi lado y me describió lo que su vida había sido allá afuera. Pensé que estaría ansioso por regresar al lugar que todos creen que son dueños de sus actos. En cambio, me aclaró; Lo que escribo tiene que ver mucho con mis frustraciones, a veces me libera otras hace más pesada la carga, pero siempre hay una verdad que mostrar a las demás personas que disfrutan lo que haces. Esa verdad casi siempre me hace sentir el aire que respiro, por esa verdad es que me desvelo escribiendo e imaginando para los demás. Aunque a veces la verdad no es suficiente. Aquí no hay lugar para mentir o decir la verdad, sólo para pensar que tus pensamientos no son tuyos nunca más terminé diciendo. Su nombre era Simón Frisco.
Teo quedó, por razones que Lucy no entendía, impresionado y casi sin respirar. Luego de algunas horas o días, meses tal vez despertó Teo.
Lucy: ¿Qué ha pasado?
Teo: ese hombre.
Lucy: ¿Qué es lo que pasa con él?
Teo: Es… Es mi padre. Yo tenía 6 años cuando nos dejó, mi madre nunca supo nada de él y murió ignorando su abandono. Yo crecí y me di cuenta de lo que mi madre no podía ocultar. Mi padre nos había abandonado. Me enteré que un día antes de desaparecer. Se despidió de mi madre como sin miedo a la muerte, mi madre con lágrimas en los ojos le pidió que no cometiera una locura que yo lo necesitaba, pero su amor por el arte lo envió directo al mar. Caminó la playa, cerca de nuestra casa, completa por varias horas. Algunos vecinos le contaron a mi madre que vieron a un hombre cerca de las 6:30 de la tarde entrar al mar caminando sin que nada lo detuviera. Aquel hombre nunca más volvió a ser visto.  Mi padre dejó un escrito cerca de mi cama que encontré años más tarde de su desaparición. Mi madre nunca se enteró porque pensé que era mejor no decírselo, ella ya estaba muy enferma cuando me enteré de lo que mi padre tenía en mente. El escrito decía: hijo, he decidido darte lo mejor de mi vida, lo que pocos entenderán en el futuro. Ayer un ángel apareció cerca de mis aposentos, no recuerdo si estuve soñando o si fue real. Pero me hizo una propuesta, que consistía en escribir para él a cambio de dejarte vivir. Es muy difícil de explicar, acompáñame me dijo. Toqué su vestimenta y todo se puso blanco de pronto estaba cerca de tu escuela te vi salir y mi corazón se llenó de alegría como siempre. Minutos más tarde cruzaste la pista corriendo a abrazar a tu madre cuando un auto a velocidad te quitó la vida. Mi corazón se hizo pedazos sentí mi vida sin sentido. Si escribes para mí por la eternidad tu hijo no morirá en un accidente terminó diciéndome.

Lucy: Tu padre es parte de tu historia ahora,  debes aceptarlo así.
Teo: Algún día he de encontrar el camino de regreso al lugar en el que al menos si creemos que somos dueños de nosotros, allá  donde fingir ser feliz, muchas veces te hace feliz.
Lucy: moriré joven es lo que solía decir allá, y ya me ves, estoy aquí sin salida y sin poder al menos dejar de existir.
Teo la abraza y le pide que la acompañe por unos minutos o tal vez para toda la vida.

viernes, 12 de julio de 2013

A veces, oscuridad para vivir.

En la oscuridad.

Dun representa a una voz hombre.
Hane representa a una voz mujer.
Hane: ¿quién está ahí?
Dun: nadie.
Hane: si te acercas juro que te daré muchos golpes.
Dun: no podrías porque aquí no se ve nada.
Hane ríe.
Dun: auch.
Hane: es mi oscuridad puedo hacer lo que quiero... bueno casi todo lo que quiero
Dun: entonces me puedes ver.
Hane: como dije casi todo.
Dun: Pues yo desde aquí no veo nada.
Hane: ¿Cómo puede ser? yo veo perfectamente (pausa)... Incluso te veo.
Dun: Estás mintiendo.
Hane: Ya quisiera (Tono burlesco).
Dun: ¿Acaso insinúas que soy feo?
Hane: ¿Que no es evidente?
Dun: Yo pregunté primero.
Hane: Volviendo a lo visible, ¿De qué color son mis ojos?
Dun: No tienes.
Hane: Ahora mientes tú.
Dun: Ajá entonces fue mentira.
Hane: ¿Qué cosa?
Dun: Que soy feo.
Hane: No.
Dun: Escucha, debes decirme que ves, porque yo sólo tengo oscuridad desde que llegué.
Hane: ¿De dónde llegaste?
Dun: No recuerdo.
Hane: Yo tengo apenas poco tiempo y sólo he visto luces azules que van de un lugar a otro. Ahora te veo pero no es más que oscuridad lo que eres.
Dun: Ya decía yo. Era muy lógico para ser cierto.
Hane: A veces en la oscuridad se siente bien. Nadie puede juzgarte porque simplemente no estás. Yo no tuve más que un amigo y ha muerto en la calle.
Dun: ¿¡En la calle!? Eso es terrible.
Hane: Si. Se llamaba Toby y lo tuve desde que cumplió 3 meses.
Dun: ¿Tu único amigo fue un perro? No es por nada, pero que triste ha sido tu vida allá afuera.
Hane: Yo nunca dije que vine afuera. Ni siquiera sé si estamos adentro.
Dun: ¿Adentro de qué?
Hane: No lo sé. Tú lo dijiste.
Dun: Me confundes.
Hane: De eso se trata pues. Para eso hemos llegado aquí. Esa es la razón de respirar. Es lo que no mantiene vivos, si es que cabe el término.
Dun: No entiendo.
Hane: La vida no es más que una manta llena de confusiones. Hemos nacido para estar en confusión siempre, no podemos liberarnos. He ahí la razón de nuestra existencia.
Dun: Tengo que decirte que siempre he estado seguro de lo que soy.
Hane: ¿Qué eres?
Dun: pues es muy fácil de explicar. Verás...

Silencio.

Hane: ¿Por qué me miras?
Dun: ¡Qué locura! Cómo puedes saber que te miro si no tienes ojos; peor aún, yo no veo nada.
Hane: En este lugar el que quiere mira y el que no sólo está diciendo que está en un mar de oscuridad.
Dun: Me duele aceptarlo pero es verdad. Yo sólo recuerdo lo que he vivido aquí, que mucho no ha sido. Pero tú cuéntame cómo es allá afuera. Me han dicho que todo se ve de maravilla y que siempre estás con personas que (pausa incomoda)…, que "Te quieren" aunque no sepa que significa, es lo que he escuchado.
Hane: entonces no has estado solo.
Dun: Alguna vez conocí a una voz melodiosa. Nunca pude saber su nombre pero viví lo que, puedo asegurarlo, no ha vivido nadie jamás. En la oscuridad mis días tomaron sentido, cada palabra recitada o cantada tocaban mi corazón como almohadillas que hacían que mis ojos no necesiten luz, que mi paz sea completa y mi felicidad sin razón, me sentía lleno. Ahora ya nada de eso queda.
Hane: Eres un pillo. Cuéntame más de ella.
Dun: ¿Quién?
Hane: De esa voz melodiosa.
Dun: Bueno, Yo apenas nací lo digo porque sólo recuerdo cosas desde que he vivido en este, inmenso o corto tal vez, lugar. Algo empezó a sonar, recuerdo que me asusté y grité No soy quien buscas, soy mucho más. De alguna manera la sentí cerca y me contó que no ha podido salir. Le pregunté dónde estábamos y me respondió- quisiera saberlo, yo no tengo más que miedo, extraño a mi familia. ¿Qué es eso? le pregunté. Y con un sentimiento extraño me respondió con otra pregunta, ¿Qué es qué? Familia le dije. ¿Cómo no vas a saber qué es una familia?, ¿Acaso tú no vienes de allá también? me refutó. Sólo pude decir, no lo sé.

Empezó a cantar y parecía que la oscuridad había desaparecido. La pude ver mediante su canto. Simplemente no he disfrutado nada más que ese momento. Volviendo a la familia, me explicó que desde donde ella fue expulsada o rechazada tal vez, porque no lo sabe, existen grupos de personas que se quieren y se aman llamadas Familias. Ella tuvo una hermana y su padre había fallecido, su madre en cambio, era adicta a la morfina y poco faltaba para que dejara de existir. Me explicó de a pocos lo que significa querer y ser querido. Como puedes comprender no entendí tal sentimiento. Me dijo que una noche normal después de regresar del hospital con la cabeza rapada, se acostó a descansar y cuando despertó me encontró pero que no pudo verme, sólo que me encontró. Pasamos mucho tiempo cantando y ella me contaba como es allá afuera hasta que en algún momento ella no cantó más. Grité y le pregunté con voz quebrada dónde estaba pero jamás respondió, y ha pasado no sé cuánto hasta que has llegado tú.

Desearía al menos saber dónde estoy o cómo salir de este lugar. Moriría feliz, si es que cabe el término, al menos de saber cuál es mi historia.

Hane: Siento mucho lo de tu amiga.
Dun: No dije que lo fuera, es una palabra extraña y nunca se lo pregunté, es de las pocas cosas que me arrepentiré la vida entera o lo que me quede.
Hane: yo creo que si es o fue tu amiga, aunque no se lo hayas pedido. La amistad es lo que pocos saben reconocer como maravillas de la vida.
Dun: te pareces a ella cuando hablas de cosas extrañas como lo que es la amistad o la vida.
Silencio.
Hane: no sabemos si pasaremos mucho tiempo aquí así que apresúrate.
Dun: ¿en qué me debo apresurar?
Hane: en que sea tu amiga.
Dun: ¿seas mi amiga?
Hane: qué manera más patética de pedirme tal cosa. Empezaré yo. Mi nombre es Hane ¿deseas ser mi amigo?
Dun: mi nombre es Dun. Sí lo deseo.
Hane: ¿Dun?
Dun: es lo que se repetía en lo que cantaba la melodiosa voz.
Hane: siéntate conmigo y mira. Es hermoso.
Dun: todo es oscuro.
Hane: así es.
Fin.


                       

sábado, 6 de julio de 2013

Los que no vuelven.

Están los que no vuelven. Mis personas favoritas no volvieron.
Está el mar como símbolo único de lo que sabe regresar. Somos naturaleza.
El mar sabe regresar cuando no es inoportuno, cuando siente que debe. De los que saben no regresar hay pocos, los que regresan no saben por qué; peor aún, saben que no deben.

Regreso en las lagunas mentales que tú no puedes dejar de tener. Porque siempre me quedará el mar, sólo por eso no regreses. ¿Acaso basta vivir fingiendo añorar el pasado como lo que debe, pero no puede retornar? Temo siempre no tener sentido; incluso, temo y sufro al pensar que tú lo tienes y callas.

Los elefantes no deben su retorno al viento o a la necesidad primaría de alimentarse, sino a mis sueños de madrugada, los que no pueden simplemente aceptar que son espejismos. Ayer perdí mi camino de regreso entre tus pupilas digitales y en la oscuridad de mis párpados, que sirven sólo como transporte hacia tu imagen viva e inoportuna, tu imagen llena de dolor pero que éstos siempre quieren recordar.

Quiero volver como vuelven los que saben.
Nadie sabe.
Espero que vuelvas como los que no saben, los que sólo saben que no deben, pero aún así lo hacen sólo para revivir y matar.

martes, 7 de mayo de 2013

Un placer coincidir en esta vida

Día soleado, un parque y dos bancas. Como ya es usual te espero con el corazón en la mano. Te puedo amar con los  ojos, te veo a lo lejos y no dudo en sonreír. Esta mañana es de las que no se olvidan como el viento olvida al bosque en el que nació. Mi espera y tu tardanza agradecen tu presencia incluso tu no presencia para dedicarte mis pocos e inútiles pensamientos. Sonrisa amplia, piel cálida, y ángel que derrama sencillez.
Hoy estoy aquí esperando poder no aburrirte con mi amor callado. Debo confesar en dos tiempos que eres la razón de mi regreso. Eres el borde del cual soñé la vez pasada, el que me puede hacer todo o nada. Mi abismo sin fin y mi dolor finito. Eres incluso aún mis sueños de madrugada, mis sueños despierto y más importante acaso mi vida enamorada.

Líneas que describen lo que eres. Muertos mis detalles y sin poder hacer algún movimiento voy poco a poco pero muy rápido perdiendo la batalla. No tengo ahora más que mi corazón para entregarte, debo admitir que tiene heridas pero deseoso está de amarte. Sé que algún día me susurrarás que no fue mentira y que fue un placer coincidir en esta vida.

lunes, 1 de abril de 2013

A un paso


Estoy sentado en la sala disfrutando de la tv, que por cierto es grandiosa. Entonces, escucho a los pasos de alguien cerca de la puerta de entrada. Mi media naranja llega por sorpresa  para hacerme saber que si en algún momento llego  ser feliz no será con ella.  Llevo poco más de 6 horas sentado viendo el comportamiento del mundo dentro de mi casa, es mi casa pero no la conozco a profundo por eso es que no me despego de la sensación vacía de personas pero llena de transiciones tal cual película muda. Horas más tarde despierto y veo que si no he muerto es porque mi alma se resiste a ser libre. Un paso adelante mío está en famoso lugar de liberación. Llegaré a ser libre con solo un paso, pero prefiero ser esclavo de mis pensamientos de mis acciones porque así ya todo tendría sentido. Siento que puedo ser lo que yo quiera mientras estoy a un paso de la nada y del todo. Cierro los ojos una vez más y llego a mi casa de nuevo, las cosas han cambiado ya no está vacía de personas ahora ya no hay sentimientos mudos dentro de ella. 

Quiero regresar al lugar donde puedo ser todo y nada al lugar a un paso de la gloria o el infierno, esta casa ya no tiene lugar para mí lo mudo se volvió vacío y lo vacío se llenó de personas incapaces de sentir las transiciones de una casa que dice mucho más cuando no tiene nada y dice poco cuando tiene mucho. Al fin llegué y un soplo ligero me hace dar ese paso que liberará mi alma, esta se resiste pero al fin y al cabo estoy en la nada y estoy en el todo.

¿Si se trataba de dar una costilla, por qué nos duele el corazón?


Desperté con ganas de no vivir. El dejar todo a un lado en busca de la felicidad no asegurada, me pasó factura. ¿Y quién puede saber a ciencia cierta si la encontrará? En el juego absurdo de la vida he perdido por goleada. Mi destino lo construí sin opción al “no” ahora lo único que queda para mi es arrepentirme de este día en el que declaré mis sentimientos de manera abierta poniendo en riesgo nuestra amistad. Por ti no solo daría una costilla sino mi alma y mi ser.
La vi sentada esperando a solo ella sabe quién, le ofrecí mi mirada y me contestó con la sonrisa mas sincera que había podido recibir en mi vida. Empecé a percibir su forma de ver la vida desde el segundo en que a conocí, la mayor parte de mi estadía en esa casa la pase pensando en que haré para poder hacer que sonría en las mañanas pensando que hay alguien quien tratará de hacerla feliz siempre. Nunca pude ver la respuesta o tal vez me daba miedo encontrarla. Lo cierto es que esa amistad sincera y de pocas veces “encotrable“  me llevo sentir  eso especial que uno siente cuando está enamorado y que muchos solo lo sentimos en el primer amor. Pues seguí  cortando caminos para poder encontrarte, levantándome temprano para poder verte, saliendo tarde para poder acompañarte y sobre todo haciendo hasta lo imposible por verte feliz siempre. Supe que no serías para mí cuando me enteré de “aquel” que supo aprovechar las situaciones de la vida mucho mejor de lo que yo pudiese haberlo hecho. Aún así me propuse darte la parte mas sensible de mí.

Hoy ya lo saqué casi todo, quedó claro que no pasaré de ser un amigo. No insistiré más pero tampoco dejaré mis brazos cruzados. Al terminar este corto escrito dejaré vacío mi vaso esperando poder llenarlo algún día.